Los conmutadores son el medio de acceso alternativo que permite adaptarse a las necesidades más complejas de algunas personas con discapacidad. Stephen Hawking, por ejemplo, lo utilizó para hablarle al mundo.
Generalmente, cuando se plantea proporcionar a una persona con discapacidad un medio de acceso a el ordenador o un dispositivo móvil, se contemplan diferentes alternativas. Este proceso requiere de pruebas con distintos productos de apoyo hasta en encontrar aquel que mejor encaja con las necesidades del usuario. Notemos que los productos de apoyo pueden ser hardware, software o una combinación de ambos.
A pesar de que existe un amplio abanico de tecnología de apoyo, en ocasiones, ya sea debido a importantes deficiencias en la movilidad de la persona o a deficiencias cognitivas que limiten la comprensión de los procesos que intervienen en la interacción, se acaba optando por el acceso a través de conmutadores. Se suele considerar como opción de último recurso ya que es un medio de acceso lento pero no por ello, menos potente.
Conmutadores
El acceso a través de conmutadores es un método de acceso tan desconocido para el gran público como sencillo. En esencia, un conmutador, también llamado pulsador o interruptor, eléctricamente se comporta como un pulsador (pensemos en el botón del timbre de la puerta, por ejemplo), que puede estar abierto o cerrado. Físicamente, el usuario lo único que tiene que poder hacer es activar el conmutador.
Probablemente el arquetipo de conmutador es el que se muestra en la imagen, pero puede adquirir diferentes formas y ofrecer distintos métodos para activarlo: pulsando sobre éste, tirando de una cuerda, emitiendo un sonido, soplando, etc. La simplicidad y versatilidad de estos elementos son precisamente su gran ventaja ya permiten recoger el movimiento voluntario a partir de, prácticamente, cualquier parte del cuerpo.
Para que resulten eficaces, es esencial su correcta colocación posicionándolos de manera firme y con la orientación adecuada. Por ejemplo, en el caso de Mabel, que vemos en la imagen, tiene fijados los conmutadores a cada lado de su silla de ruedas y los acciona con el movimiento de sus piernas. Junto con Ease Joypad controla su teléfono móvil de forma autónoma.
Acciones simples
Uno de los usos más básicos que le podemos dar a un conmutador es el de realizar acciones simples. Por ejemplo, podemos pensar en poner poner en funcionamiento un juguete o electrodoméstico, avanzar a la siguiente página de una presentación PowerPoint, encender o apagar una luz, etc.
Dada la sencillez de este tipo de interacción y de la inmediatez de su respuesta, es común utilizarlo como recurso para la adquisición de la relación causa-efecto en niños que, debido a su movilidad tan limitada, necesitan un apoyo específico para realizar un aprendizaje que, en el caso de niños sin discapacidad, se realiza forma natural.
Acceso a través de barrido
El otro gran uso que se le da a los conmutadores es para el acceso mediante barrido. En su modalidad más simple, el sistema de acceso mediante barrido muestra al usuario un conjunto de opciones y las va resaltando (barriendo) de forma sucesiva. El usuario activa el conmutador cuando la opción deseada se encuentra resaltada, momento en que se selecciona.
Por ejemplo, supongamos que quieres escribir un mensaje. El sistema recorrería el teclado de tu móvil tecla a tecla como se ve en la animación y, cuando la tecla deseada se señala, activas el conmutador para insertar el carácter asociado. El proceso se repite hasta que finalices.
Quizás estés pensando que el acceso mediante barrido es lento y, en general, es cierto. Afortunadamente, hay formas de acelerar esta interacción. En primer lugar, existen diferentes tipos de barrido. El que acabamos de comentar obliga al usuario a esperar hasta llegar a la opción deseada, de ahí que sea crítico un buen ajuste del tiempo de barrido. Si disponemos de más de un conmutador, uno de ellos se puede utilizar para hacer avanzar el barrido y el otro para seleccionar. De esta forma se elimina el factor de la espera.
Otra forma de acelerar el barrido es empleando el llamado barrido por bloques o componentes. En este caso, las opciones se agrupan y se recorren estos grupos en primer lugar. Por ejemplo, en el caso del teclado podemos agrupar las teclas en filas, recorrer primero estas filas y, una vez seleccionada una fila, recorrer únicamente las teclas de dicha fila.
Otra forma de acelerar la interacción es reduciendo el número de selecciones que debemos hacer. Siguiendo con el ejemplo del teclado, podemos acelerar la escritura utilizando un sistema de predicción que autocomplete palabras o incluso frases.
Generalmente, el barrido se muestra por pantalla, resaltando visualmente la opción que se encuentra seleccionada en un momento determinado. También existe la posibilidad de que esta salida se complemente en forma auditiva, por ejemplo, a través de sonidos específicos o a través de texto a voz que lee la opción que se encuentra resaltada en cada momento. Este tipo de barrido auditivo se suele utilizar cuando el usuario tiene dificultades visuales o de lectura.
Finalmente, existe otra modalidad de barrido que permite recorrer los puntos de la pantalla. En otras palabras, es como una especie de ratón que se puede controlar a través de uno o más conmutadores incluyendo la posibilidad de hacer clic.
Personas a las que va dirigido
En nuestras experiencia, el acceso al ordenador o dispositivo móvil mediante barrido se suele dejar como último recurso si existen otros métodos que proporcionen una interacción más fluida. No obstante, puede haber escenarios mixtos donde el conmutador complemente otra tecnología de acceso. Por ejemplo, se puede usar un conmutador para hacer clic en un sistema de ratón controlado con los movimientos de la cabeza.
A pesar de ser un método lento, un sistema de barrido bien ajustado puede ser muy potente. Un ejemplo paradigmático de lo que se puede llegar a hacer con un sistema de acceso por barrido es el del, ni más ni menos, ya desaparecido Profesor Stephen Hawking. Sobra aquí cualquier presentación de una de las mentes más brillantes de nuestro tiempo, pero quizás no sepas que, desde mediados de los 80 hasta su muerte, Hawking utilizó un sistema de barrido con un conmutador —primero activado con la mano y después con el movimiento de su mejilla— para comunicarse, impartir conferencias, escribir libros, acceder a Internet y usar su correo electrónico. Esto demuestra que, con el acceso adecuado, las posibilidades son casi ilimitadas. Por cierto, el software que utilizó durante los últimos años y que fue desarrollado específicamente para él, Assistive Context-Aware Toolkit (ACAT), está disponible en la red.