¿Tienes curiosidad por saber cómo se originó el proyecto Ease Apps? En esta publicación desvelamos algunas interioridades a través de una conversión con César y Ángel, sus fundadores.
E: Ease Apps se lanza oficialmente el 1 de Abril de 2019 pero, Ángel, ¿cuándo se empieza a gestar la idea?
A: Bueno, desde que empezaron a popularizarse los smartphones a nuestro Centro de Recursos cada vez acudían más usuarios que querían usar un móvil pero no podían acceder a la pantalla táctil. Esto sería a principios de esta década…
E: ¿Centro de Recursos?
A: Sí, es un servicio que presta la Fundación ASPACE Catalunya y que yo dirijo desde 2006. Básicamente acuden personas con discapacidad en busca de productos de apoyo para participar en su entorno, generalmente porque desean utilizar un ordenador, un móvil o un dispositivo de comunicación. Colaboramos con el usuario, la familia y los profesionales de atención directa para encontrar las mejores soluciones.
E: Y tú César, ¿qué nos puedes contar sobre los inicios?
C: Por aquella época me reunía con Ángel con cierta frecuencia ya que ambos participamos en el proyecto #ASPACEnet y la falta de accesibilidad física de los teléfonos inteligentes era algo que estaba sobre la mesa. Sin embargo, el primer intento serio de llevar esto adelante fue en 2014, cuando una estudiante informática me pidió que fuera su director de su Proyecto Final de Grado. Quería hacer algo relacionado con la accesibilidad. Le dije que sí.
E: ¿En qué consistía el proyecto?
A: El objetivo era crear una aplicación para Android para hacer el sistema más accesible a personas con parálisis cerebral. Técnicamente la idea consistía en capturar los eventos que se producen en la pantalla para interpretarlos y enviar las órdenes pertinentes a la aplicación que esté ejecutando el dispositivo.
E: ¿Pero eso es lo que hace Ease Touch?
A: En esencia, sí.
E: ¿Y cómo fue ese proyecto?
C: Muy bien. De hecho, hicimos algunas pruebas con usuarios, el software funcionaba correctamente y la alumna obtuvo un sobresaliente. Sin embargo, en ese momento Android carecía de la mayoría de las características requeridas para desarrollar una solución práctica. Encontramos serias limitaciones, como no poder usar el teclado. Pero en general, el esfuerzo valió la pena porque resultó ser útil para algunas personas con discapacidades físicas.
E: Vale. Avancemos en el tiempo. ¿Cuál fue el siguiente paso?
C: Creo que en alguna ocasión salió el tema otra vez, pero no lo retomamos hasta el verano de 2017 cuando la versión 7 de Android, que añadía un soporte más completo de accesibilidad, ya había alcanzado cierta difusión.
E: Ah! Ahora es cuando viene la anécdota del coche, ¿verdad?
C: Sí bueno, esto lo conté en mi intervención durante nuestro paso por la IV Semana Internacional CEAPAT 2019…
E: Vale César, ya conocemos tu versión. Ángel, ¿qué tal si nos lo cuentas tú?
A: Viajabamos juntos en mi coche desde Barcelona a Albacete, al Encuentro de Bajo Coste, donde íbamos a impartir un taller sobre accesibilidad a Android. Son más de cinco horas de trayecto, así que teníamos mucho tiempo para hablar. Tuvimos una charla distendida que nos permitió esbozar cómo debía ser aquella aplicación que modificara el comportamiento de la pantalla táctil y que fuera accesible para todas aquellas personas que tenía en mente. Y no solo eso, al establecer los mimbres de los que más adelante fue bautizado como Ease Touch, vimos cómo esa idea podría extenderse y aplicarla para potenciar el uso de otros dispositivos de tecnología de apoyo basados en ratones y mandos de juego que tantos años ya se llevaban usando con éxito para el acceso al ordenador personal. De ahí surgió también la idea para Ease Mouse y Ease Joypad.
E: ¿Podríamos de decir que el proyecto fue concebido en un coche?
C: Ja ja ja! Sí, más o menos, aunque al regresar de ese viaje, esos primeros diseños plasmados en forma de toscos esbozos a lápiz y breves notas, planteaban una cuestión muy importante: su viabilidad técnica. Estaba claro que lo que había que desarrollar se salía de lo común. Por mi experiencia previa desarrollando EVA Facial Mouse, intuita que era posible, pero había que verificarlo. Pocos días después, le envié a Ángel un correo que empezaba con un “¡buenas noticias!” y adjuntaba una versión primitiva de lo que más adelante sería Ease Touch.
E: ¿Qué sucedió después?
C: Debido a otros compromisos tuve que dejar el proyecto aparcado durante unos meses y no lo pude retomar hasta enero de 2018. A partir de ahí la cosa ya empezó a acelerar. Las versiones intermedias del software se iban sucediendo, en Barcelona empezaron con las primeras pruebas de usuario, reportando feedback, mejoras, etc. Empezamos a barajar ideas para nombres, logos, etc. A finales de mayo pudimos mostrar nuestras apps en un encuentro organizado por la Fundación Vodafone y unas semanas más tarde nos pudimos acoger a una convocatoria de esta misma organización, lo que dió lugar al proyecto Exploradores Digitales con Ease Apps. Y, como se suele decir en estos casos, lo demás ya es historia.
E: Se trata de una iniciativa con ánimo de lucro, ¿verdad?
A: Sí. Aunque me gustaría que pudiera ser de otra manera, el objetivo es proporcionar soluciones que sean sostenibles y que puedan acumular valor a largo plazo.
E: Este año habéis vuelto a ir a Albacete. ¿De qué hablasteis en el coche?
A: De momento nos lo reservamos. Quizás en otra conversación …